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DESMANTELANDO LA LÍNEA EN PLACA DEF.png
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"Las Cuevas no son Las Cuevas,
sino el segundo Madrid,
con sus fuentes y lavaderos

y ahora el ferrocarril".
Refrán popular cuevato de los años 30.

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EL TREN DEL PROGRESO LLEGA A SU DESTINO

La llegada del tren a la comarca de Utiel-Requena trajo consigo un desarrollo productivo como nunca antes se había contemplado en los municipios por donde discurría la línea. Aunque el paisaje agrario era predominantemente vinícola, otras muchas materias primas como los cereales, la madera o el carbón también fueron exportados por ferrocarril hacia Valencia. Todo este proceso comercial influyó en la ordenación y el desarrollo urbano de municipios como Requena y Utiel, convirtiéndose este último en una gran área comercial de influencia sobre la mitad occidental de la comarca, incluso adentrándose en las comarcas conquenses de la Manchuela y la Serranía por su condición de término de la línea hasta 1947.

Las estaciones de ferrocarril se convirtieron en las guías que moldearon el desarrollo de los municipios, ya que su lejanía respecto a los núcleos urbanos obligaron al trazado de nuevas avenidas y calles que ampliaron en gran medida el área comercial con bodegas, fábricas y almacenes. Destaca el Barrio de la Estación de Utiel, con una amplia concentración de bodegas que no fue superada por ninguna otra estación en España.

La composición del tráfico de salida era muy uniforme, conformada en gran medida por el vino y seguida por los recursos extraídos de la explotación forestal. Se estima que la Plana de Utiel-Requena aportaba más de la mitad del vino embarcado en el Grao de Valencia, alcanzando en 1913 la impresionante cota de 112.487 toneladas de vino expedidas desde la comarca. En 1950 ya solo se enviaron por ferrocarril 9.470 toneladas de vino de las 20.000 toneladas de materias primas que se enviaron a lo largo de ese año, marcando una tendencia decreciente frente a los camiones, mucho más versátiles y rápidos.
 

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"En los viajes de novios de la clase media se iba en tren a Valencia. A la vuelta les preguntaban:
¡Oye!, ¿qué tal la ciudad?
¡He visto el mar!
, respondían"
José Luis Martínez, Historiador utielano, 2008.

NUEVOS HORIZONTES GEOGRÁFICOS Y MENTALES

La irrupción del tren supuso también la llegada de la modernidad a una sociedad netamente rural, que adaptó rápidamente las costumbres culturales y las modas propias de áreas más desarrolladas como Valencia. Los medios de transporte de la época eran rudimentarios, y gracias al ferrocarril pudieron recorrer amplias distancias sin invertir fatigosas jornadas en el viaje. 

El ferrocarril trajo pluralidad y diversidad. Mientras que el comercio se activaba con nuevos productos de consumo, los jóvenes de la comarca tuvieron la oportunidad de ampliar su formación académica en centros como el Instituto de Requena o la Universidad de Valencia, donde destacaron grandes figuras como Luis Gil-Orozco, Enrique Rambal o Luis García Berlanga, entre otros.

El transporte de viajeros en la línea no siempre fue estático: desde su inauguración en 1887, los servicios diarios entre Utiel y Valencia fueron variando. Aunque permanecieron inalterables durante tres décadas, la fuerte competencia de las líneas de autobuses les forzó a aumentar y mejorar el servicio para reducir los tiempos entre la capital y la meseta.

Los precios de los billetes no eran baratos. Costaban alrededor de 10 pesetas, que para el momento suponía como dos días del salario de un jornalero. Durante la Guerra Civil se desconoce el número de pasajeros que subieron en las estaciones de la comarca, pero de ese período en adelante las cifras fueron muy positivas, llegando a un máximo en 1956 de aproximadamente 260.000 pasajeros entre todas las poblaciones. A finales de los años 50, la competencia por carretera aumentó con los vehículos privados y nuevas líneas de autobuses, que cubrían un mayor número de municipios frente al ferrocarril y realizaban la distancia en un menor tiempo.

Este hecho marcó el principio del fin para el ferrocarril de la comarca, al que le esperaría una lenta agonía de casi medio siglo hasta declarar su clausura definitiva.

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